Motivación, ¿qué hacer cuándo ya no te queda?

Últimamente, estuve ocupado con otro blog y no he podido/querido dedicarle tiempo a este. Intentaré publicar algo con más frecuencia. Aunque no prometo nada.

Antes que nada tengo que recalcar que el ajedrez me sigue encantando y me parece uno de los mejores inventos del ser humano. No voy a dejar de intentar conocerlo más profundamente.

Dicho esto, creo que necesito un descanso de jugar sobre el tablero, aunque aún jugaré dentro de dos o tres semanas un último evento. Después de ese torneo no tengo pensado jugar en una larga temporada (al menos, en lo que queda de año). Necesito poner en orden otras cosas y yo soy una persona que necesita cambios drásticos para sentir que realmente hago algo. El ajedrez me quita mucho tiempo y no tanto porque cada dos o tres semanas pase un sábado jugando, sino por todo lo demás y no tengo la motivación de prepararme o estar fino de cara a la competición.

Llevo ya unos meses que he dejado de jugar hasta por internet (curiosamente he jugado como unas treinta partidas en los últimos 3 días, para darme cuenta de que no... ) y como no tiene nada que ver con el blog no voy a dar más detalles. Simplemente, necesito un cambio. Dentro de poco voy a cumplir 36 años y creo que ya va siendo hora...

En el fondo es que me he dado cuenta de que no tengo las ganas para seguir jugando y creo que es como con el amor ( en el fondo es que es amor) y cuando pierdes los sentimientos...

No estoy diciendo que no vuelva nunca más a competir, pero no puedo saber cuándo pienso volver.

Hay cosas que necesitan de mi plena atención y últimamente jugar al ajedrez lo veo más como una carga que como un bálsamo. Y no es que lo pase mal ( competitivamente he hecho la mejor liga de mi vida en cuanto a puntos) . Ni he tenido ningún roce o mal momento.

Es una cuestión de prioridades y hay varios aspectos en mi vida que son bastante lamentables o, al menos, claramente mejorables.

Estoy seguro de que si estuviese mucho más motivado seguiría jugando pero insisto en que la sensación de carga es mayor que ninguna otra.

No es fácil dejar de hacer algo que ha sido una de las pocas cosas buenas en los últimos 15 años de mi vida, pero nada dura para siempre.

Insisto en que intentaré volver a escribir cosas para el blog, pero jugar es algo que no entra en mis planes futuros.

Nos vemos.

Toni