martes, 4 de enero de 2011

El rincón del mirón-35

Creo que no es un al adjetivo a aplicar a nuestro Club el de distendido: jugamos al ajedrez seriamente, pero sin “seriedad”; somos ortodoxos, cuando no queremos ser heterodoxos; optamos por divertirnos compitiendo antes de competir para divertirnos; esto es, no sería descabellado afirmar que somos un poco “loquetas”. Asimismo, este año parece que se abre la gran disyuntiva de si podremos igualar los resultados del año pasado o superarlos (no es que no contemple hacerlo peor, es que es una de las posibilidades que siempre “están ahí”), aunque en cierta manera ¿tanto importa?: pues opino que si nos lo pasamos bien eso es lo de menos.
Por tanto, distensión es nuestra bandera (¡ni que estuviésemos aún en plena política de “bloques”!) y de distensión, definición de seriedad en el tablero, o de qué es aquello que supone una falta de respeto en el tablero hacia el rival fue de lo que se entabló un acalorado debate en ICC entre los “mirones” (Mis, algún que otro GM y muchos mirones fuertes y no tan fuertes) que estábamos viendo partidillas en las que unos fuertísimos GMs estaban jugando aperturas en base a 1.h4, 1.a4, 1.Cc3, 1.a3, etc., etc. Había los que opinaban que eso era jugar “de cachondeo”, otros que era una forma de despreciar al rival, otros que era un intento de desequilibrarlo, mientras que algunos pensábamos que era tan ajedrez el que de ahí se derivaba como el de jugar 1.d4 o 1.e4 plenamente ortodoxos.
Reconozco que no tuve la paciencia suficiente para ver cómo acababa todo aquello, pero la discusión subió en tono y en vehemencia a la hora de defender unos u otros argumentos.
Por eso pensé en traeros esta semana, la del inicio de la Liga, partidas jugadas “poco seriamente” y que, bajo mi modesta opinión, fueron “muy “seriamente jugadas” por unos jugadores para nada flojillos (¡cómo no! ¡casi todas de Nakamura!). No pretendo abrir ese debate, sino traer un soplo de aire fresco que nos inunde para la Liga y que, como rezaba la vieja canción haga que nuestra actuación tenga la justa dosis de locura en aras de aceptar que “es mejor vivir a lo loco, es mejor ponerle sabor, vive tu vida como tú quieras, a lo loco a lo loco, a lo loco se vive mejor, a lo loco se vive mejor, a lo loco se vive mejor, a lo loco se vive mejor”.

PARTIDAS LOCAS DE ICC



1 comentario:

  1. El tema de las aperturas está sobredimensionado. Como ya hemos comentado en otras ocasiones, lo importante viene después. Tampoco es que haya que llegar a extremos tan radicales, pero yo estoy seguro de que podría perder contra cualquiera de estas aperturas. Eso da que pensar. Quizá, en nuestro afán por entender el ajedrez, tendamos a limitar sus posibilidades pero eso, creo, es más una muestra de nuestras limitaciones y no tanto de las del ajedrez.
    Además hay que tener en cuenta que jugar este tipo de aperturas puede ser una forma de liberarnos de algunos prejuicios (además de comprobar que es lo que realmente importa en la apertura). Hay un artículo de Dvoretsky en Chessbase (tengo que buscarlo) en el que habla del tema (a raíz de la excesiva importancia que le daban a la apertura los jóvenes jugadores) , en la que comenta que Zvjianginsev (o como se escriba) jugó la siciliana con 2.Ca3 y logró buenos resultados. Lo coerto es que es un tema que da que pensar, y más, a nuestro nivel de aficionados.
    Y sí, prefiero una vida loca a una aburrida y monótona.

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