El guión que estaba previsto para esta semana se ha visto lamentablemente alterado por la noticia de la muerte el día en Argentina (país de la que es originaria su esposa) del GM danés Bent Larsen a la edad de 75 años. Larsen destacó en las décadas de los 60-70 (ya a finales de los 50) por ser quizás el jugador del bloque del oeste con más posibilidades de plantarle cara al bloque soviético hasta la llegada a la élite ajedrecista de Bobby Fischer. Tal es así que en el match URSS-Resto del Mundo el danés defendió su primer tablero por delante de Fischer, jugando contra él en unos de los encuentros de la fase de candidatos, aunque perdiendo su match por un contundente 6-0. Fue considerado en estilo de juego como el continuador más fiel de las teorías de Nimzowitch (no en vano 1.b3 se denomina como Apertura Nimzowtich-Larsen), destacando por ser un jugador heterodoxo y tremendamente luchador que despreciaba abiertamente las tablas de gran maestro. Tal era así que algunos achacan su abultada derrota contra Fischer a que jugó hasta la última partida “a ganar”.
En el caso particular del que suscribe estas líneas, Larsen fue y sigue siendo un referente esencial en mis consideraciones sobre el ajedrez y, en cierta manera y salvando las distancias, una personalidad que marcó fuertemente mi tendencia a la heterodoxia ante el tablero.
Como ya comenté en alguna ocasión en aquellos meses locos de la “avalancha de email” en el equipo, cuando Antonio preguntaba sobre cómo habíamos empezado a jugar, mis tres primeros libros “propios” (excluyo los de mi padre) sobre ajedrez fueron un libro de Bolsillo de Lorenzo Ponce-Sala sobre el Mundial Fischer-Spassky de 1972, un pseudo-informator sobre el año 1973 denominado “Ajedrez 1973” (alguien se quedó calvo al poner el título) con una miríada de partidas sin comentario alguno y, el más definitivo y que más me marco, tanto en cómo encarar las competiciones como en el repertorio de Aperturas (o sobre el cómo pasar de lo que los demás me decían que eran las “aperturas buenas”), en el que bajo el título de “Yo juego para ganar” (de la Editorial Bruguera y hoy en día descatalogado) un tal Bent Larsen comentaba 60 de sus partidas, así como su trayectoria ajedrecística (libro que dejé y que perdí, pero que milagrosamente me ha sido enviado por alguien en formato digital estos días en los que lo he vuelto a releer por enésima vez y con más deleite si cabe).
No me voy a extender hablando sobre la biografía de este genio, no voy a mencionar nada más sobre su estilo, no voy a cantar loas a su excelencia: en estos días otros lo están haciendo más y mejor de lo que yo pueda hacerlo. Simplemente quiero desde esta sección rendir un homenaje a un jugador que ha marcado profundamente “mi ajedrez” en toda la extensión del término.
Para ello he recolectado una serie de partidas con la Apertura a la que le dieron su nombre en la que se muestra su versatilidad y su posibilidad de dar posiciones diametralmente opuestas (ya que puede trasponer prácticamente a todo: Colle, Reti, Inglesa, Siciliana si el negro juega c5, Bird, etc.). Asimismo he transcrito dos de las partidas directamente del libro con las modificaciones mínimas que me exigía el poder llevarla a formato digital y que recuerdo por el impacto que sus comentarios me produjeron: Brontein-Larsen, Interzonal de Amsterdam, 1964. Sólo os recomiendo que obviéis el formato digital, que pilléis el tablero y os paréis en ella (incluidos comentarios) ya que creo que no os decepcionará. Tal es así que intentaré remitiros la partida a los habituales de la lista en formato rtf para que, si queréis, imprimirla y la reproducirla (o colgarla, si Antonio me dice cómo…). Además sumo un divertimento: la partida que comenta también en el mismo libro y jugada en 1965 entre Nielsen-Larsen, famosa “cierta” la osadía del negro.
Bueno, pues espero que la próxima semana la actualidad no “nos cambie” y, de antemano, perdonad por la transcripción de las partidas, pero no lo he sabido hacer mejor.
Partidas famosas de Larsen
Apertura Larsen en ICC
Don Antonio, ¡que curioso, dos Indias de Rey. :)
ResponderEliminarSí, ciertamente, "curioso". Una pena lo de Larsen.Otro gran libro suyo es "good move guide" (la guía de los buenos movimientos). Hay que reconocerle un gran aporte a la teoría de aperturas (gran precursor de la eslava, en palabras de Kasparov) y jugador heterodoxo donde los haya, un tal Fischer lo dejo tocado después de cierto match y ya no volvió a ser el mismo.
ResponderEliminarUno de los mejores no-soviéticos de su época (sobre todo los sesenta) y un ejemplo claro de como sería el juego hipermoderno puro (el centro a dominarlo con piezas y no con peones)