En las redes del ajedrez!! No de otras cosas chungas verdes, ni nada por el estilo(vino,..). En fin que cómo habéis llegado aqui.
Si alguien se anima a contar como entró en el mundo del ajedrez,que lo deje en los comentarios yo lo contaré en breve ( aún etoy haciendo memoria de todos los hechos), es que es muy largo de contar (fue en varias fases)
Bueno pues lo dicho , si alguien se anima, bien, si no pues bien también. Pero me parce (atención a la cursilería) bonito contar como hemos acabado gastando nuestro tiempo libre (o gran parte de él) en esta maravilla que se llama ajedrez.
PD. Tengo el día sensible, aún me duele el ver mis derrotas. Algún día tendré que sacar alguna de mis victorias favoritas.
Creo que fue con 5 años cuando mi padre me enseñó los movimientos de las piezas, me hizo el mate del pastor y dije "no me gusta este juego".
ResponderEliminarPero luego en el suplemento de los domingos de El País venía siempre una página completa dedicada a una partida célebre (creo recordar que cortesía de Lincoln Maiztegui Casas) y las fui coleccionando. Ahí fue donde realmente me empezó a picar la curiosidad: ¿era posible que un juego tan tonto diese lugar a tal variedad de comentarios y elogios del periodista? (y, por supuesto, esas piezas dibujadas en perspectiva que, reconozcámoslo, es lo que a mí realmente me atrajo hacia esta sección del suplemento).
Calculo que hacia los 7 u 8 años fue cuando mis padres, observando mi afición a coleccionar partidas de ajedrez, me regalaron mi primera "máquina" para jugar contra ella, un tablero de estos de la marca Kasparov, que en el nivel 4 es bastante jugable y más allá del 5 se hace eterno. Fue entonces cuando realmente empecé a jugar.
El resto es historia. A partir de ahí siempre fue una afición más. Pocos amigos he tenido con los que jugar, por lo que desde entonces hasta hace 3 años apenas he jugado contra humanos y en persona, contando eso sí por miles las partidas jugadas contra juegos de ordenador o por Internet, la mayoría blitz.
Hace 3 años, cuando entré en el equipo, dejó de ser el hobby "de cuando no me apetece hacer otra cosa" y pasó a ser una afición de las de verdad (ala, toma cursilería). La historia empezó a través de Marisela, una amiga común de Ramón y mía (y de Edu), que sabiendo que nos molaba el ajedrez, nos recomendó pasarnos por un "entrenamiento" del equipo de la uni... Y así empezó esto...